John Locke, filósofo inglés, fue uno de los mayores representantes del empirismo y
el padre del liberalismo político, nació en Inglaterra en 1632. Estudió en
Oxford sin adherir a la filosofía de los escolásticos que allí imperaba.
Residió además en Francia y Holanda. Volviendo a Essex, (Inglaterra) donde se
estableció hasta su muerte, acaecida en 1704.
Sus dos obras más importantes, Ensayo sobre el entendimiento humano
y Dos tratados sobre el gobierno civil, fueron publicadas en 1690.
Entre los tratados sobre el
gobierno civil, Locke comienza señalando
que los errores que se producen a la hora de analizar la naturaleza de los gobiernos han provenido de la
confusión y la mezcla de los poderes paternales, políticos y despóticos.
Esta es la razón que le lleva a analizar, en este capítulo, y, de un modo
conjunto, la naturaleza de estos tres tipos de gobiernos:
a) Sobre el PODER PATERNAL, Locke, señala
que es aquel en que los padres tienen poder sobre los hijos hasta que alcanzan
el uso de la razón. Tal poder paternal no tiene nada que ver con la
arbitrariedad, sino que es un gobierno dirigido a ayudar, insistir, instruir y
preservar a los retoños. No tiene sentido, por tanto, pensar que el poder
paternal alcanza a controlar la vida y la muerte de los hijos. Tampoco
puede afirmarse que pueda seguir ejerciéndose, sobre el hijo, cuando éste es ya
un hombre maduro. El PODER PATERNAL
está dirigido para beneficiar a los hijos que están en minoría de edad con el
fín de suplir su falta de experiencia (mientras son niños) en la administración
de su propiedad. Locke señala de nuevo que entiende por PROPIEDAD todo aquello que se refiere a la persona (vida,
libertad) como a sus bienes.
b) En relación con el PODER POLÍTICO, Locke, afirma que es
aquel que procede a partir de hombres, en estado de naturaleza, que
deciden abandonar sus privilegios naturales y transferirlos a la sociedad.
El objetivo de tal traspaso consiste en que la sociedad logre el bien
común y la preservación de la propiedad, teniendo el poder de castigar
los infringimientos de la ley. Y es que, según Locke, el fin del estado
natural consistía en lograr la preservación de toda la sociedad, es decir,
de la humanidad. Pues bien, este mismo fin tiene que seguir estando presente en
la vida social cuando el poder natural pasa a manos de un magistrado:
preservar la vida, la libertad y las posesiones de los miembros de la sociedad.
Al mismo tiempo, el poder transmitido a la sociedad no es un poder absoluto
y arbitrario ya que tiene su origen en un pacto o acuerdo,
establecido por mutuo consentimiento, entre los que componen la
comunidad para lograr, precisamente, lo contrario al ejercimiento de un poder
absoluto. Por lo que se refiere al PODER
POLÍTICO, Locke, señala que es fruto de un acuerdo voluntario que permite
que gobernantes
elegidos por el pueblo actúen para beneficio de sus súbditos con el objeto de
asegurarles la posesión y el uso de sus propiedades
c) El
PODER DESPÓTICO es un poder absoluto y arbitrario que un
hombre ejerce sobre otro hasta el punto de poder quitarle la vida si quisiera.
Según Locke tal poder jamás es concedido por la naturaleza a los
hombres. Tampoco puede derivarse de ningún tipo de contrato pues resulta
absurdo pensar que los hombres hubieran decidido otorgar a alguien el poder de
quitarles su propia vida. Según Locke el poder despótico es un poder irracional
que decide hace uso del estado de guerra para así dominar a otras
personas. El que actúa de ese modo se rebela contra su propia especie y se une
a las bestias haciendo de la fuerza, la ley en la que se basan sus
derechos. Conducirse de ese modo, continúa afirmando Locke, implica estar
expuesto a ser destruido tanto por la persona injuriada como por el resto de la
humanidad ya que se estaría actuando contra las propias leyes naturales. Locke
finaliza este apartado afirmando que, únicamente los cautivos, que son tomados
en guerra justa y legal, están sujetos a un poder despótico. El PODER DESPÓTICO es aquel que ejercen
los amos con aquellos que han sido desposeídos de todas sus propiedades.
Locke, afirma que si se considera
el ORIGEN y el ALCANCE de estos tres tipos de poder (paternal, político y
despótico) así como las DIFERENCIAS que existen entre ellos, se podrá comprobar
lo siguiente: el PODER PATERNAL no alcanza al poder del magistrado; mientras
que el PODER DESPÓTICO lo excede. También puede comprobarse que el dominio
absoluto está tan lejos de se compatible con el PODER
POLÍTICO como lo estarían la propiedad y la esclavitud. Resumiendo:
el poder paternal sólo tiene lugar mientras la minoría de edad del hijo
le incapacita para poder administrar su propiedad; el poder político
tiene lugar allí donde hombres disponen de sus propiedades; el poder
despótico es aquel que se ejerce sobre hombres que carecen absolutamente de
propiedad.
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